miércoles, 8 de octubre de 2008


En África encontramos una poesía que se podría de etiquetar de "culta", es decir, la que es creación exclusiva de los profesionales de las palabras y las cuales están relacionadas con las poderosas castas de imperios esclavistas o feudales. Poesía ligada a una clase aristocrática. Un ejemplo de este tipo de poesía se encuentra en las grandes epopeyas sudanesas y suajilis, en este mismo renglón tenemos las poesías en honor de los faraones egipcios, a los emperadores de Etiopía y de los reyes de Ruanda. Al lado de esta poesía culta se encuentra la del hombre común, la que metaforiza las pequeñas vivencias de todos los días.
La música está estrechamente ligada al quehacer poético. Los poetas africanos son cantores naturales o se convierten en cantores con esfuerzo y dedicación. Los instrumentos que utilizan son el arpa o Kora, la cítara, el violín de dos cuerdas, de guitarras, tambores o pandereros. En muchas regiones cada poeta crea sus propias melodías para acompañar sus poemas; en otras la música se transmite junto con el texto de generación en generación. Entre los Yoruba de Nigeria, los poemas, además de ser cantados, pueden ser interpretados con los tambores. Por su parte los Tuareg del Sahara tienden a menudo a recitar los poemas que a cantarlos.
Cada pueblo del África posee un estilo particular para abordar la poesía. Uno de los pueblos más destacado quizá sea el Yoruba. Los Yoruba son un pueblo que en la actualidad está conformado como por quince millones de personas que habitan principalmente en Nigeria occidental. Constituyen uno de los grupos étnicos más importante del África.
Los Yorubas cultivan una poesía de uso práctico. Así, por ejemplo, tenemos los oriki, que son nombres de alabanzas, frases poéticas para describir y elogiar a los dioses y a los hombres. Cada Yoruba posee un Oriki que va coleccionando en el recorrer de su existencia y que está ligado con su creador, que lo identifica, debido a que en el expresa su condición social, su estirpe, sus hazañas. Así mismo los Yoruba tienen la poesía oracular que está a cargo de una casta de sacerdotes llamados "babalawos". El cuerpo de profecías que conforma el oráculo de Ifa en dieciséis secciones principales llamadas "Oddu".
Por su parte, los cazadores Yoruba tienen una forma poética denominada "Iyala", que son canciones acerca de los animales. También tiene una serie de poesías que son una especie de sortilegios para conjurar enfermedades, a los enemigos etc.
Los temas esenciales en la poesía anónima africana son igual a los temas que trata la literatura en el mundo: el amor, la muerte, la soledad, las fuerzas de lo oculto, el mundo natural y cotidiano, la guerra, los sueños y el hombre como tema de primer orden. Hay como un énfasis subrayado en retratar a través de la palabra poética los estados espirituales por los que atraviesan los individuos en determinadas circunstancias, la poesía trata de reflejar las preocupaciones metafísicas del hombre, sus anhelos más íntimos e intensos.
A pesar de que una nueva civilización africana se forja en las ciudades modernas, la poesía tradicional conserva su vigencia en una buena porción de zonas rurales.
Existe un poema Zulú, pueblo del África del sur que durante largo tiempo ofreció feroz resistencia a los invasores europeos, en el que se muestra la pugna amorosa con una exactitud, si se quiere, brillante, debido a que, además, mezcla reflexiones profundas y cotidianas:
El cuerpo muere, el alma sigue joven
El alimento servido desgasta la vasija
Ningún leño conserva su corteza cuando envejece
Ningún amante está tranquilo
Mientras llora su rival.